Las provincias del Norte exhiben entremezclados vestigios precolombinos, ruinas de fortalezas y poblados indígenas y construcciones de la Conquista y de la Colonización.
El tiempo parece haberse detenido en el altiplano de la Puna; tierra surcada de serranías, desfiladeros y quebradas. Los rodean cerros, a veces multicolores a veces monocromáticos, con laderas cubiertas de grandes cactus. Esta región permite el encuentro con un paisaje pleno de contrastes, desde las altas cumbres hasta la llanura, con salares y selvas subtropicales.
Los colores de la Quebrada, los Valles Calchaquíes, el Tren a las Nubes, los salares, las termas, el folclore, los platos típicos y el vino Torrontés de altura, son tan sólo algunas de las diversas opciones que podrás disfrutar en el noroeste argentino.
Recostada en el Valle de Lerma, Salta es la ciudad capital de la provincia homónima. Se halla en uno de los sitios más fértiles y agradables que formó la naturaleza en esta región, a unos 1187 m.s.n.m., al pie de los cerros 20 de febrero y San Bernardo.
La arquitectura hispánica de la ciudad la destaca del resto de las ciudades del país. Sus casas, calles, centenarios monumentos y veredas angostas enmarcadas en montañas circundantes poseen el espíritu colonial del momento de su fundación.